Hace unas horas, el Colegio de Arquitectos de Aragón ha fallado la XXXII Edición del Premio de Arquitectura “Fernando García Mercadal”. El premio de este año ha recaído en la Reforma de edificio para vivienda unifamiliar con garaje y patio interior del arquitecto Cruz Díez García, si bien se ha concedido un accésit para cada una de las categorías del mismo. Me complace informar que, en la categoría de “Supresión de barreras arquitectónicas” el accésit fue otorgado al proyecto Zaragoza Accesible, que ideé y dirijo como investigador principal dentro del grupo Arquitecturas OpenSource de la Universidad San Jorge, tal y como puede leerse en la nota de prensa del Colegio:
En los dos artículos anteriores hemos hablado de dos casos que evidencian las relaciones existentes entre espacio digital y espacio físico. En ambos subyacía la misma pregunta: ¿Puede una aplicación web o un servicio online afectar la dimensión física de una ciudad? Y también una primera tentativa de respuesta afirmativa: el uso de datos geoespaciales de distinta naturaleza permite tomar decisiones que condicionan el espacio físico, como por ejemplo identificar los lugares donde ubicar comercios o qué lugares son dignos de ser visitados, con la consiguiente actividad económica, constructora (y a veces gentrificadora) que se deriva de ello.
Este post fue escrito originalmente para el Blog de la Fundación Caja de Arquitectos Este verano, desde las Islas Feroe, surgió una curiosa iniciativa que consistía en poner una cámara y un GPS a las numerosas ovejas que las habitan para posteriormente georreferenciar las imágenes de los lugares por donde pastan. Según los promotores de la iniciativa bautizada como sheep view 360, era una reivindicación que hacían a Google para poder ser incluidos en su Street View y una forma de suplir esta carencia mediante la creación de recorridos en 360º de forma innovadora, low-tech y low-cost, a la vez que ofrecían imágenes de lugares que serían difícilmente accesible con medios tradicionales.
Este post fue escrito originalmente para el Blog de la Fundación Caja de Arquitectos Imagino que a estas alturas todo el mundo sabe de la existencia de Pokémon Go y su mecánica básica consistente en “capturar” Pokemons que se “esconden” en entornos reales de todo el mundo (parques, calles, oficinas…). Para ello es necesario utilizar el móvil, cuya cámara muestra un mundo de realidad aumentada en el que, además de lo que conocemos, se superponen cosas como Pokeparadas o gimnasios y, por supuesto, Pokemons, muchos Pokemons.
Desde que asistí al Hackatón de Cadáveres Inmobiliarios el pasado 11 de noviembre de 2015, quedé enamorado del proyecto debido a la cantidad y calidad de la información en su base de datos, por las múltiples posibilidades que ofrecía así como su enfoque colaborativo. Como recordaréis, en ese taller desarrollamos varios proyectos que consistían en visualización de los datos, pero quedaron algunos de ellos por desarrollar debido especialmente a la falta de tiempo.
Ayer tuve el placer de asistir y participar como ponente en las V Jornadas de Innovación Docente organizadas por mis compañeros de la Universidad San Jorge. La verdad es que siempre es agradable compartir experiencias y conversaciones con otros docentes, sean del ámbito que sean, pero cuando además te reúnes con gente creativa y auténticos apasionados por la docencia, las nuevas ideas que me asaltan y la sensación de querer mejorar todavía más mi labor como profesor es todavía mayor.
El pasado 11 de noviembre tuve la oportunidad de asistir al segundo hackatón de "Cadáveres inmobiliarios", un evento enmarcado dentro del festival arquinset y organizado por Montera34. Para quien no lo conozca, la iniciativa "Cadáveres inmobiliarios" tiene como objetivo la creación de una base de datos colaborativa y exhaustiva de proyectos arquitectónicos y desarrollos urbanísticos inacabados, infrautilizados o vacíos tales como macrourbanizaciones fantasma, edificios públicos abandonados, infraestructuras a medio hacer... que son las consecuencias más claras de la burbuja inmobiliaria que vivió España hasta la primera década del año 2000.
Quienes conozcan mi web desde hace tiempo y la hayan visitado recientemente habrán notado un cambio profundo en su aspecto, y es que desde el 1 de enero de 2016 hice la cuarta re-estructuración radical de mi sitio web. Aunque visualmente los cambios en apariencia son más que evidentes, los cambios son mucho más profundos: Han pasado ya casi cinco años desde que en febrero de 2011 decidiese abandonar mis sitios en wordpress y utilizar la recién estrenada versión 7.
¿Qué software enseñar si es cuestión de tiempo que el software más puntero de hoy se vea tan obsoleto como sketchpad, el primer programa de CAD? Mi respuesta, a continuación. Casi cada final de curso se repite la misma historia: uno o dos alumnos de Herramientas Digitales me comentan, algo decepcionados, que les hubiese gustado que enseñase a usar el programa X “porque es el que piden los despachos de arquitectura”.
Cada vez es más común leer o escuchar a arquitectos alabando el perfil polivalente de nuestra formación técnica y artística que nos permite realizar trabajos de todo tipo, más allá de la edificación1. Lo cierto es que me sorprende, no porque piense que no es cierto, pues es algo que comparto (aunque con matices), sino porque choca frontalmente con una realidad en la que todavía la mayoría de alumnos y arquitectos aspiran a trabajar en un despacho de arquitectura al uso.