A pesar de lo evocadora y prototípica que resulta la imagen del arquitecto trabajando en su mesa de dibujo, con su paralex, sus rotrings y su carboncillo, lo cierto es que hoy en día es imposible concebir nuestra profesión sin medios informáticos. Tanto es así que, actualmente, sería imposible realizar en tiempo y forma toda la documentación gráfica y escrita que requiere un proyecto arquitectónico y todos los trámites burocráticos asociados a él.
Hace unos días, un amigo me hizo llegar este vídeo en el que se ve como una persona escanea en tres dimensiones la habitación en la que se encuentra. Esto es algo que ya existe desde hace un tiempo, ya sea en forma de escáneres 3D profesionales como el que tenemos en la ETSA USJ (esperamos poder tener algún resultado publicable en un futuro no muy lejano) o basados en el dispositivo kinect que se utiliza en consolas como Xbox, pero lo que me llamó la atención es que ¡el dispositivo utilizado para escanear es un smartphone!
Mientras ordenaba el disco duro de mi ordenador he encontrado el "paper" que envié para las Jornadas Científicas “ARQUITECTURA, EDUCACIÓN Y SOCIEDAD” 2012, en el que se desarrolla un poco más el contenido de la presentación que encabeza este artículo. Me ha parecido relevante compartirlo ahora porque, más allá de explicar el funcionamiento de la asignatura de Herramientas Digitales que imparto en la ETSA USJ desde 2009, la situación que describe al principio del mismo acerca del contexto cambiante y del estado de la enseñanza de la arquitectura sigue siendo vigente y puede (me gustaría) dar todavía mucho debate.
En un contexto cambiante y convulso como el que está viviendo la arquitectura en estos momentos, son muchas las voces que postulan que la enseñanza universitaria de la arquitectura debería cambiar para adaptarse. Por un lado, está la eterna discusión …
Continuando con la serie de artículos del CAD al BIM, cuelgo la siguiente presentación que realicé para la clase de Herramientas Digitales como introducción a lo que es el BIM.
Quienes hayan leído los artículos anteriores verán conceptos repetidos, sin embargo esta presentación hace énfasis en la comparativa de ambos conceptos y, sobretodo, en el flujo de trabajo.
Y con unas ventajas tan evidentes... ¿por qué no se implanta masivamente?
En el post "Del CAD al BIM" hablaba de las ventajas que supone el uso del BIM frente al CAD, que son numerosas e indiscutibles, sin embargo hay un hecho claro que no se puede obviar y es que, en España, existe un uso masivo y casi monopolista de un único programa de CAD que hace que el uso de los programas BIM sea poco menos que ciencia ficción para la gran mayoría de arquitectos hoy por hoy.
…si los arquitectos nos dejan…
A veces tengo la sensación de que, a pesar de lo que podría esperarse de una profesión creativa, los arquitectos somos reacios al cambio. Hace 15-20 años el sector de la construcción (y con él el de la arquitectura) vivió toda una transformación: el uso de programas de CAD como punta de lanza en la introducción de la informática como herramienta de trabajo principal. Cualquier cambio genera una oposición que será tanto más grande cuanto más de revolucionario tenga éste, y el caso que nos ocupa es un claro ejemplo de ello.
Los proyectos de arquitectura suelen desarrollarse en periodos largos de tiempo y generan un gran número de archivos y directorios. Si no hemos sido rigurosos y ordenados, la tarea aparentemente trivial de recuperar un plano concreto desarrollado hace unos meses o unos años (una situación bastante cotidiana en la profesión) puede convertirse en una auténtica odisea que puede desembocar en graves errores.
Mantener un orden de archivos y seguir un patrón al darles nombre que nos permita saber en todo momento y de manera rápida qué es lo que contienen cobran una importancia vial.
Este artículo se centrará en dar unos criterios para crear un código propio para nombrar los archivos de manera eficiente que nos permita saber el tipo de información que contiene, su versión, el proyecto al que pertenecen…